Rumores: Nuevos Inquilinos de la ciudad.

Aunque sus desapariciones y aun más repentinas reapariciones son ya plato habitual en Arthena, una figura en las sombras se puede distinguir por las calles de Mercantil. Envuelto en una capa y una capucha, es relativamente complicado distinguirle entre la multitud.

Cuando los problemas por encima del vulgo y los atracadores atenazan la tierra, allí aparece. Juez y ejecutor de demonios y diabolistas, azote de las sombras y de aquello que ronda en ellas, viajero nato y apátrida de nacimiento, aparece, cumple con su cometido y se marcha sin alardear de su tarea. Pero es inevitable ver su silenciosa y punzante firma cuando trabaja.

Si bien acostumbra a ir tapado con una capucha y una pesada capa de viaje, sus movimientos son fluidos, ni siquiera hace ruido cuando camina; es prácticamente como si pisase el mismísimo aire y se moviese sobre él. Quien haya escuchado los rumores rhodesíes, sabrá perfectamente de quién se está hablando. Nadie ha sabido ponerle un pseudónimo, pero quien haya oído hablar de él sabrá que es tenaz como un perro de presa, no obstante astuto y paciente como un halcón rondando el cielo. Es el lobo que ronda las sombras, y allá donde se le pueda ver, porque le interesa ser visto, se podrá ver perfectamente a Azael.

*Una figura sonríe bajo su capucha mientras mueve una moneda entre sus dedos, luego se levanta gracilmente y la deja sobre un altar*

Hermanos, veamos hasta dónde están dispuestos a llegar en nuestro territorio.

*La figura bendice a sus acólitos y recoge un kimono rojo y negro*

Ciudad Mercantil es la capital Artheniense del bullicio, las transacciones mercantiles y puerta de entrada al pequeño continente de productos exóticos y de futuros mercaderes de éxito; ahora es también hogar de una de las artistas mas laureadas de Arthena. Poco a poco la ciudad se vuelve mas alegre y feliz al recibir a esta barda radiante.

Nada aficionada a la discreción, ella suele pasearse por los lugares mas aglomerados de la ciudad en una permanente búsqueda de audiéncia dispuesta a escuchar sus hermosas canciones, baladas de gestas épicas y divertidos poemas sobre los personajes variopintos de la isla. De esta pecualiar barda se ha escrito mucho a lo largo de su carrera: Es musa de múltiples juglares por su sobrenatural belleza y eterna juventud, que algunos dicen que es por la bendición de Sune y otros afirman que es producto de pactos con demonios, su voz cálida y fascinante ha narrado hechos clave en la história del pequeño continente.

Fácilmente distinguible entre el gentío, pasea presumidamente haciendo gala de una larga melena rubia dorada y contoneandose en la exhuberancia de su figura. Allá donde escuches vitores y aplausos, allá donde sientas que la música te llama, encontrarás a Kuea.